Todos queremos paz en nuestra tierra,
la mas bella del mundo, ¡la primera!,
donde Dios inauguró la primavera
que reclama el amor y no la guerra.
La paz que todo hombre por cristiano
debe de prodigar en todo el mundo,
minuto por minuto y al segundo,
con buena voluntad y como hermanos.
Paz a los hombres fue el mensaje
que nos dejó hace siglos aquel niño
que nació en un rustico paraje.
Y esta noche tibia y nazarena
toda la humanidad pide cariño,
¡porque, sencillamente, es Nochebuena!
Navidad 1987.